La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el International Science Council (ISC) advierten que los desastres naturales afectan más profundamente a los sectores de la población que experimentan desigualdades sociales.
Las personas que viven en condiciones de pobreza o marginación suelen estar más expuestas a los peligros debido a que residen en áreas de mayor riesgo, como zonas propensas a inundaciones o deslizamientos de tierra.
Además, su limitada capacidad económica dificulta la preparación adecuada ante un desastre y complica su recuperación posterior, ya que cuentan con menos acceso a seguros, ahorros o asistencia.
Factores como el acceso a información, los recursos financieros y la infraestructura disponible determinan en gran medida cómo las personas enfrentan un desastre natural. Esto incluye la falta de mecanismos de protección, como sistemas de alerta temprana, refugios seguros y planes de evacuación.
Ante esto, la labor del sector privado tiene un impacto significativo. En el caso de Productos Abadi, una empresa caracterizada por su alto sentido de responsabilidad social, cuenta con un servicio de despensas compuestas por alimentos de la más alta calidad para programas sociales.