La producción de leche bovina genera diversas emisiones que contribuyen al cambio climático:
- Dióxido de carbono (CO₂). Representa el 9 % de las emisiones, producto de la respiración de los animales.
- Metano (CH₄). Aporta un 37 % por la fermentación entérica y el manejo de estiércol. Este gas tiene un poder de calentamiento 25 veces mayor que el CO₂.
- Óxido nitroso (N₂O). Con un 65 %, es el principal GEI emitido por los sistemas lecheros. Proviene de procesos de nitrificación y desnitrificación de los residuos ganaderos y tiene un potencial de calentamiento 298 veces superior al del CO₂.
La fermentación ruminal, que convierte el alimento en energía, genera excedentes de hidrógeno que son transformados en metano por bacterias metanogénicas. Esta conversión, además de ser contaminante, representa una pérdida de entre el 2 y el 12 % de la energía ingerida por el animal.
Productos Abadi, empresa especializada en la distribución de alimentos, es consciente de la importancia de reconocer el valor nutricional de este alimento sin dejar de lado proponer soluciones que minimicen su huella ambiental.