Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la cadena de valor agroalimentaria consume cerca del 30 % de la energía disponible en el mundo. Esta energía se utiliza en todas las fases: producción de cultivos, pesca, ganadería, elaboración, transporte, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos.
Al mismo tiempo, el consumo energético representa aproximadamente el 60 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), de acuerdo con la ONU.
Esto subraya la urgencia de adoptar fuentes de energía limpia. En ese marco, la energía eólica se perfila como una opción clave: renovable, abundante, no contaminante y viable para descarbonizar la industria alimentaria.
Productos Abadi, empresa especializada en servicios de alimentación, reconoce que el tránsito a tecnologías de generación energética limpias puede contribuir a un sistema alimentario más sostenible.