Establecida por el Gobierno de Noruega en 2008 en el archipiélago de Svalbard, el Depósito Mundial de Semillas, comúnmente conocido como la Bóveda del Fin del Mundo, tiene como objetivo asegurar la conservación de la diversidad genética de las plantas en caso de catástrofes, ya sean naturales o humanas.
- Gestión operativa. NordGen, el banco conjunto de genes y centro de conocimiento de los países nórdicos para los recursos genéticos, gestiona la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, facilitando depósitos seguros y asesorando sobre el proceso. Aprueba el material a depositar, establece calendarios y procesos, y facilita el envío y firma en la Bóveda.
- Recolección de semillas. El Depósito de Semillas recibe semillas de depositantes voluntarios, quienes mantienen el control sobre ellas. Los depósitos se realizan mediante un acuerdo entre el depositante y el Ministerio de Agricultura de Noruega, sin costo alguno. Las semillas se almacenan en “caja negra”, garantizando seguridad a largo plazo y acceso solo para el depositante.
- Envío y seguridad. Las semillas se envían a Svalbard por transporte aéreo o marítimo, con escaneo de cajas para seguridad. La Bóveda recibe semillas tres veces al año, con posibilidad de aperturas especiales según necesidad.
- Embalaje. Las semillas se empacan en bolsas de aluminio y se colocan en cajas estándar etiquetadas para su almacenamiento. La información se registra en el Portal de Semillas gestionado por NordGen.
- Gestión de instalaciones. Statsbygg supervisa la Bóveda para mantener condiciones óptimas, con temperaturas estables mediante enfriamiento artificial y permafrost.
- Monitoreo de semillas. Los depositantes monitorean la viabilidad y regeneración de las semillas, respaldados por el monitoreo regular de los bancos de genes.
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