De acuerdo con el trabajo de investigación “Agricultura de Precisión” de los académicos Emiliano García y Fernando Flego de la Universidad de Palermo (UP), se trata de una estrategia de administración de los cultivos en la que se busca aplicar la cantidad correcta de insumos, en el momento adecuado y en el lugar exacto, con el fin de eficientar al máximo los recursos.
Generalmente, este tipo de agricultura emplea las siguientes herramientas:
- Sistema de posicionamiento global (GPS). Permite conocer, grabar y calcular el área de superficies que buscan ser destinadas a actividades agropecuarias, como construcción de potreros, siembra de cultivos, trazado de líneas de canales, etcétera.
- Monitoreo de rendimiento y mapeo. Arroja, a través de mapas gráficos, información minuciosa sobre la productividad del campo, incluyendo registros sobre contenido de humedad, cantidad de grano, variedades, descargas y tiempos. De igual forma, ofrece indicadores para estudiar, diagnosticar y ajustar el rendimiento.
- Muestreo intensivo de suelos. Da a conocer la causa por la que parcelas de un mismo cultivo tienen rendimientos distintos, así como las acciones para solucionarlo. Se integra de tres etapas: toma de muestras de las áreas implicadas; análisis en laboratorio e interpretación de resultados; y selección del tratamiento a realizar.
- Percepción remota. A través de un sensor remoto (nitrógeno, fotografías aéreas, imágenes satelitales, entre otros), brinda información sobre un objeto, área o fenómeno. La ubicación del sensor respecto al elemento de interés puede variar, desde pocos centímetros hasta varios kilómetros, en función del sistema empleado y los datos requeridos.
- Software y redes de comunicación. Posibilitan que el agricultor: tome decisiones de las operaciones desde el lugar de su elección, como una oficina; administre y realice un seguimiento de costos de las distintas variables de producción; almacene y gestione información referente a los cultivos; y cree y manipule mapas de rendimiento.
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