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La Organización Internacional para la Estandarización (ISO por sus siglas en inglés) creó la ISO 9001 con el fin de evaluar los sistemas de gestión de calidad implementados por las empresas de distintas industrias, como la alimentaria.

Al obtener esta certificación, los clientes y consumidores pueden estar seguros que los productos de una compañía son de alta calidad porque han pasado por procesos de producción controlados y seguros.

En total, son 10 requisitos los que una empresa debe cumplir para obtener la ISO 9001: alcance, referencias normativas, definiciones, contexto de la organización, liderazgo, planificación, soporte, operación, análisis del desempeño y áreas de mejora.

Al cumplir con estos lineamientos, una empresa adquiere la ventaja competitiva necesaria para sobresalir en el mercado y ganar la confianza de las personas.

Gracias a los agricultores, la tierra puede ser trabajada correctamente y brindar los alimentos que se necesitan para atender a los mercados y la población.

Sin embargo, en muchas ocasiones su labor no es totalmente reconocida y su voz no es escuchada para la toma de decisiones importantes, como la protección de las semillas, las estrategias de sostenibilidad para la industria y más.

¿Qué se puede hacer para fortalecer los derechos de los agricultores?

• Invitarlos a los foros o eventos locales, nacionales y mundiales para que discutan con otros líderes los proyectos que se necesita implementar para el bienestar de los recursos.
• Darles acceso al material de siembra y respetar su decisión de conservarlo o intercambiarlo.
• Motivarlos a difundir sus conocimientos para mejorar las cosechas.

Toda empresa necesita tener una visión y una filosofía de trabajo que guíen su labor e inspiren a su equipo de trabajo.

Algunos de los valores más importantes de una organización y su cultura interna son:

• Pasión por su trabajo y por superar los desafíos venideros.
• Compromiso con la calidad.
• Flexibilidad para atender las demandas e inquietudes de los clientes y consumidores.
• Empatía con sus empleados, grupos de interés y el mismo entorno en el que se desenvuelve su negocio.

Siempre es importante incluir frutas en los alimentos del día, pero el desayuno es la comida en que mayor cantidad de fruta debe haber.

¿Por qué? Aunque la mayor parte de las personas prefiere desayunar café y pan dulce, esto solamente aporta calorías, no los nutrientes necesarios para tener energía.

En cambio, las frutas son fáciles de digerir en la mañana, su azúcar no es dañina para el organismo y es rica en agua, fibra, vitaminas y minerales.

Las mejores frutas para desayunar son: toronja, plátano, fresa, sandía, manzana, frambuesas, mandarinas o naranjas, piña y kiwi.

Otros alimentos que pueden proporcionarte la energía necesaria en las primeras horas del día son el huevo, los lácteos y la avena.

El sector privado es un actor clave para la sostenibilidad, dado que las operaciones de las distintas industrias existentes tienen un impacto alto y directo en el planeta.

La industria de alimentos es uno de los sectores que mayor interacción tiene con el medio ambiente, ya sea por medio de la agricultura, la producción de bebidas, limpieza de las instalaciones, etcétera.

Para contrarrestar los impactos negativos que llegan a tener sus actividades, se han ejecutado tres estrategias:

1. Incorporación de tecnología verde en plantas operativas, centros de distribución e incluso oficinas.
2. Optimización de recursos naturales y un proceso de gestión de desechos.
3. Mejoramiento de la cadena de valor o suministro para garantizar que los proveedores contratados tengan buenas prácticas de producción y sigan un código de ética.

La vitamina D es uno de los nutrientes que ayuda a fortalecer los dientes y huesos, previniendo enfermedades como la osteoporosis y el raquitismo infantil.

Aunque una buena parte de esta vitamina se absorbe de los rayos solares, hay varios alimentos que se pueden comer para obtener el nutriente:

• La leche, el yogur y queso, además de aportar vitamina D, contienen altos niveles de calcio.
• Los pescados azules y los mariscos tienen vitamina D y Omega-3.
• El aceite de hígado de bacalao es una de las opciones más famosas para conseguir esta vitamina.
• El hígado de pollo contiene vitaminas D, A y B12, así como hierro.

La carne artificial o cultivada es uno de los proyectos de investigación más populares dentro de la industria alimentaria que ha ganado tanto simpatizantes como escépticos.

Tal como su nombre lo indica, la particularidad de este producto cárnico radica en que es creado directamente en un laboratorio y no tiene origen animal.

Si bien sus defensores argumentan que es más amigable con el ambiente y los derechos de los animales, sus contrapartes señalan que puede impactar negativamente a los ganaderos.

¿Cuáles son los beneficios reales de esta carne?

• Un alto contenido nutricional, ya que se podrían diseñar sus características para responder a las necesidades de una población o grupo social.
• Ser producida bajo estándares de inocuidad más estrictos y confiables.
• La carne artificial ayudaría a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo a frenar el calentamiento global.

Como se observa, la producción de carne cultivada conlleva ventajas importantes para la industria y logrará que empresas de alimentos como Abadi asuman retos que, sin duda, resultarán en una mayor competitividad y rendimiento.

Una empresa de la industria de alimentos tiene la responsabilidad de cumplir con tres altos estándares en sus operaciones: calidad, higiene y seguridad.

De este modo, garantiza que su materia prima es inocua y que sus productos fueron elaborados y conservados adecuadamente.  

¿De qué manera lo logran?

Calidad: contratar una red de proveedores confiable y que estén certificados en buenas prácticas de producción.

Higiene: contar con tecnología de alta gama para el almacenamiento y conservación de los alimentos, llevar un control de inocuidad en las plantas de operación, así como capacitar al personal en medidas de limpieza y tener las instalaciones adecuadas.

Seguridad: monitorear de cerca la cadena de producción e implementar un protocolo para prevenir contaminaciones de los alimentos y cuidar el bienestar de los colaboradores. 

Cualquier hogar en el mundo necesita tener una despensa con los alimentos básicos para cuidar el bienestar de las personas.  

Por ello, gobiernos, empresas y fundaciones suelen tener programas de alimentación que se encargan de armar y distribuir despensas a familias en situación de vulnerabilidad.

Pero ¿cuáles son los alimentos que deben estar en una despensa?

• Productos lácteos como el queso y la leche son indispensables por sus proteínas, grasas buenas y vitaminas.
• El arroz o la pasta, ya que pueden servirse como plato fuerte o guarnición.
• El aceite es un condimento que se utiliza en la preparación de varios alimentos.
• Las comidas enlatadas tienen que estar presentes en una despensa porque duran largo tiempo.

Para que los productos alimenticios se mantengan en buen estado y sean seguros para su consumo, necesitan pasar por procesos de conservación.

Desde los sistemas más sofisticados hasta los que utilizan técnicas más sencillas, aquí algunos ejemplos de tecnología de conservación de alimentos:

• Existen técnicas de inactivación microbianas, como el campo eléctrico pulsado, que han demostrado ser una de las alternativas más económicas para garantizar la inocuidad del alimento.
• La pasterurización es el método más familiar para los consumidores y se usa para los lácteos, principalmente. Consiste en calentar y luego enfriar los alimentos con el fin de eliminar sus patógenos.
• La presión hidrostática sirve para alargar la vida de una comida ya preparada, destruyendo las bacterias y limitando la generación de microbios.
• Otro ejemplo de tecnología de conservación es la uperización, la cual elimina bacterias y esporas de los alimentos.