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Tomar medidas sostenibles en la producción de alimentos, incluidos los recursos marítimos, es crucial para preservar la biodiversidad, garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo y mitigar los efectos del cambio climático.

Dentro de estas medidas se encuentra la cogestión pesquera, la cual, de acuerdo con la Asociación para la Pesca Sostenible, tiene los siguientes beneficios:

• La participación de los pescadores en la toma de decisiones mejora la gestión de la pesca al aportar una mayor base de conocimientos.

• Involucrar a los pescadores fortalece a las comunidades pesqueras, ayudándolas a enfrentar mejor los desafíos sociales.

• La cogestión pesquera permite una mejor administración de los recursos, lo que puede traducirse en mayores beneficios económicos.

• La reducción de desigualdades en la cadena de suministro es posible gracias a la plena participación de los pescadores en la gestión pesquera.

Productos Abadi se muestra a favor de este tipo de iniciativas sostenibles, pues es consciente de que sólo a través de prácticas responsables y conscientes podemos asegurar que las generaciones futuras disfruten de los recursos fundamentales.

Ante la crisis ambiental que se vive en la actualidad, es crucial que se implementen medidas sostenibles en todos los ámbitos de la actividad humana. En el caso de la producción de alimentos, este tipo de prácticas deben abarcar cada etapa.

Bajo este contexto se enmarcan técnicas de producción como la agrosilvicultura, un sistema de manejo del medio que combina la agricultura, la ganadería y la silvicultura en una misma unidad de tierra. Estas son algunas de sus características:

• Adaptabilidad y manejo sostenible de recursos. La agrosilvicultura se caracteriza por su capacidad de adaptarse y manejar de manera sostenible los recursos existentes en pequeños espacios, fomentando la renovabilidad y heterogeneidad del entorno.

• Uso de conocimientos empíricos. La agrosilvicultura se apoya en el conocimiento empírico y la abundancia de mano de obra colectiva para gestionar integralmente el entorno y evitar desastres.

• Producción diversificada y sostenida. Este sistema permite la producción continua de una amplia gama de bienes, esenciales para la supervivencia y sostenibilidad de las comunidades campesinas.

• Potencial de modernización. Aunque es complejo, el sistema de agrosilvicultura es visto como adaptable y tiene potencial para modernizarse y producir alimentos en cantidades significativas para el mercado internacional.

• Enfoque en la tecnificación y agroecología. Las investigaciones actuales buscan diseñar sistemas agrosilvícolas más tecnificados, integrando principios agroecológicos y basándose en la experiencia tradicional campesina.

El papel del sector privado es fundamental en la implementación de este tipo de medidas de producción amigables con el entorno natural. Por ello, Abadi Distribución de Alimentos, empresa líder dentro de la industria alimentaria de México, fomenta en todo momento el manejo responsable de los residuos, así como la reducción en el consumo de agua potable y de energía eléctrica.

Existen fenómenos que, aunque poco conocidos, también ocasionan efectos negativos en el medio ambiente, como las islas de calor. Se trata de zonas urbanas que experimentan temperaturas significativamente más altas que las áreas rurales circundantes, de acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Estas son algunas de sus causas:

• Densidad de construcciones. Ciudades con construcciones densas y suelo de concreto que dispersa el calor lentamente.

• Materiales oscuros. Materiales urbanos que absorben y liberan calor gradualmente.

• Pavimento y techos. Superficies no permeables que retienen y liberan calor, elevando la temperatura nocturna.

• Falta de vegetación. Reducción de espacios verdes que disminuye el enfriamiento natural.

• Actividad humana. Fuentes de calor de actividades humanas como vehículos y fábricas.

• Geometría urbana. Edificios altos y calles estrechas que atrapan el calor y bloquean el flujo de aire.

Productos Abadi, empresa caracterizada por su alto sentido de la responsabilidad social, reconoce que es vital que individuos, gobiernos y empresas trabajen juntos para revertir el daño y construir un futuro más resiliente y ecológicamente equilibrado.

De acuerdo con Ecoembes, organización sin ánimo de lucro que cuida del medioambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases, estas son algunas medidas recomendadas para lograr una producción sostenible:

1. Implementar técnicas agrícolas sostenibles, como la agricultura orgánica, de conservación o de precisión.

2. Producir energía utilizando fuentes renovables como la solar, eólica e hidráulica, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto ambiental, además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

3. Adoptar prácticas de fabricación eficientes y ecológicas, empleando procesos más limpios, materiales reciclados o biodegradables, e incorporando tecnologías de eficiencia energética en la producción.

4. Mejorar las condiciones laborales y el bienestar de los empleados mediante políticas de igualdad de género y diversidad, promoviendo prácticas adecuadas de salud y seguridad laboral, y asegurando un salario justo y la protección de sus derechos.

5. Implementar medidas preventivas para reducir el desperdicio y ahorrar energía, minimizando el uso de materias primas y la generación de residuos, y optimizando el consumo energético en los procesos productivos.
6. Sustituir sustancias o materias primas contaminantes por alternativas menos perjudiciales para el medio ambiente, como Productos Abadi, que ha optado por usar productos como el gas refrigerante ecofriendly MO99™ y químicos biodegradables para la limpieza de sus instalaciones.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT), señala que los tipos de Impacto Ambiental se pueden dividir en dos:

De acuerdo a su origen

• Uso de recursos naturales. Tanto los renovables, como la explotación forestal y la pesca, como los no renovables, por ejemplo, la extracción de petróleo y carbón.

• Contaminación. Proyectos que producen residuos, ya sean peligrosos o no, liberan gases contaminantes a la atmósfera o vierten líquidos nocivos al entorno.

• Ocupación del territorio. Actividades que modifican las condiciones naturales del territorio a través de actividades como el desmonte, la compactación del suelo y otras acciones que alteran el entorno original.

De acuerdo a sus atributos

• Positivo o negativo. Según el efecto que tiene en el entorno.

• Directo o indirecto. Es directo cuando se provoca por una acción directa del proyecto y es indirecto si se trata de una consecuencia de la acción del proyecto.

• Acumulativo. Efecto que proviene de la suma de impactos anteriores o actuales.

• Sinérgico. Ocurre cuando el impacto global es mayor que la suma de los impactos individuales.

• Residual. Impacto que continúa incluso después de implementar medidas de mitigación.

• Temporal o permanente. Como su nombre indica, es temporal cuando el efecto tiene una duración limitada, mientras que el permanente no.

• Reversible o irreversible. En caso de ser reversibles, se puede volver a las condiciones originales, caso contrario en el tipo irreversible.

• Continuo o periódico. El primero refiere a que se presenta de manera continua y el periódico a que se presenta en intervalos regulares.

Productos Abadi, empresa que se destaca dentro del panorama de la industria alimentaria mexicana, es consciente de que sólo a través de un análisis riguroso y continuo se pueden tomar decisiones informadas y responsables que mitiguen los daños ambientales y fomenten un desarrollo equilibrado y duradero, por lo que se enorgullece de contar con la certificación ISO 14001, que avala su Sistema de Gestión Ambiental.

De acuerdo con el trabajo de investigación “Agricultura de Precisión” de los académicos Emiliano García y Fernando Flego de la Universidad de Palermo (UP), se trata de una estrategia de administración de los cultivos en la que se busca aplicar la cantidad correcta de insumos, en el momento adecuado y en el lugar exacto, con el fin de eficientar al máximo los recursos.

Generalmente, este tipo de agricultura emplea las siguientes herramientas:

• Sistema de posicionamiento global (GPS). Permite conocer, grabar y calcular el área de superficies que buscan ser destinadas a actividades agropecuarias, como construcción de potreros, siembra de cultivos, trazado de líneas de canales, etcétera.

• Monitoreo de rendimiento y mapeo. Arroja, a través de mapas gráficos, información minuciosa sobre la productividad del campo, incluyendo registros sobre contenido de humedad, cantidad de grano, variedades, descargas y tiempos. De igual forma, ofrece indicadores para estudiar, diagnosticar y ajustar el rendimiento.

• Muestreo intensivo de suelos. Da a conocer la causa por la que parcelas de un mismo cultivo tienen rendimientos distintos, así como las acciones para solucionarlo. Se integra de tres etapas: toma de muestras de las áreas implicadas; análisis en laboratorio e interpretación de resultados; y selección del tratamiento a realizar.

• Percepción remota. A través de un sensor remoto (nitrógeno, fotografías aéreas, imágenes satelitales, entre otros), brinda información sobre un objeto, área o fenómeno. La ubicación del sensor respecto al elemento de interés puede variar, desde pocos centímetros hasta varios kilómetros, en función del sistema empleado y los datos requeridos.

• Software y redes de comunicación. Posibilitan que el agricultor: tome decisiones de las operaciones desde el lugar de su elección, como una oficina; administre y realice un seguimiento de costos de las distintas variables de producción; almacene y gestione información referente a los cultivos; y cree y manipule mapas de rendimiento.

Productos Abadi, destacada empresa del sector de los alimentos en México, respalda aquellas innovaciones que impulsen a la industria sin dejar de lado la sostenibilidad. En este sentido, cuenta con tecnología de punta para garantizar la calidad e higiene de sus productos.

A pesar de que no se debe escatimar en cuanto a esfuerzos para preservar el medio ambiente y toda acción suma a la causa, en la actualidad, ya sea por la demanda en el ámbito laboral, su impacto en la economía o el priorizar retos, éstas son siete de las competencias ecológicas que cobran mayor relevancia, de acuerdo con información del medio periodístico El Economista:

• Capacidad para manejar indicadores. Esta habilidad se refiere a la capacidad de interpretar y gestionar indicadores clave vinculados a la sostenibilidad.

• Gestión de recursos. Esta competencia implica el conocimiento y la aplicación de prácticas eficientes, sostenibles y renovables en el uso y consumo de energía, agua y alimentos.

• Manejo de residuos. Incluye las habilidades necesarias para minimizar la generación de residuos, implementar sistemas de reciclaje y reutilización, y gestionar los desechos de manera segura y eficiente.

• Desarrollo sostenible o ecodesarrollo. Conocimiento y aplicación de principios y prácticas que buscan satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas.

• Remediación ambiental. Habilidad para diseñar y ejecutar estrategias de limpieza y recuperación de áreas contaminadas, restaurando ecosistemas y reduciendo los impactos ambientales negativos.

• Cambio climático. Conocimiento y comprensión de los efectos del cambio climático y la capacidad de desarrollar e implementar estrategias de mitigación y adaptación para reducir sus impactos.

Responsabilidad Social Corporativa. Conocimiento y aplicación de prácticas de responsabilidad social en las empresas, asegurando que las operaciones comerciales sean éticas y sostenibles. En este sentido, Abadi Distribución de Alimentos se posiciona como ejemplo de ello, al haber contar con numerosas distinciones y certificaciones en la materia.

Para que el consumo sostenible se convierta en una práctica común, es crucial que todos los actores de la sociedad se involucren. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Universidad Europea recomiendan acciones que gobiernos, empresas e individuos pueden adoptar para fomentarlo:

• Desarrollo de estrategias para incentivar a los consumidores. Estudiar y adaptar los precios de productos sostenibles para hacerlos más accesibles, además de desarrollar programas locales para educar a los consumidores sobre el consumo consciente.

• Información sobre el impacto de ciertos productos. Utilizar herramientas innovadoras y fáciles de comprender para educar a los consumidores sobre el impacto ambiental de sus compras.

• Planes de promoción y apoyo. Involucrar a las administraciones públicas en proyectos que expliquen y promuevan el consumo sostenible.

• Implantación de políticas y normativas gubernamentales. Establecer objetivos para reducir residuos, fomentar la economía circular y apoyar políticas de contratación y producción sostenible, con el objetivo de reducir el uso de plásticos y empaques en bienes de consumo.

• Adopción de una economía circular. Diseñar productos duraderos, reparables y reciclables; promover la reutilización, reacondicionamiento y reciclaje de productos.

• Estilo de vida más sostenible. Consumir menos, elegir productos con menor impacto ambiental y reducir la huella de carbono de nuestras actividades diarias.

Productos Abadi, Empresa Socialmente Responsable, es consciente de que al adoptar prácticas de consumo sostenible, contribuimos a preservar el planeta y asegurar un futuro más saludable para todos.

Actualmente, el desperdicio y la pérdida de alimentos es una problemática preocupante, pues también tiene repercusiones ambientales y económicas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estas son algunas medidas que cada persona puede implementar para reducir el desperdicio:

• Adoptar una dieta más saludable y sostenible, aprovechando recetas rápidas y nutritivas.

• Comprar solo lo necesario, planificando las comidas y evitando las compras impulsivas.

• Elegir frutas y hortalizas con apariencia imperfecta, ya que su sabor y calidad nutricional son iguales.

• Almacenar los alimentos correctamente, moviendo los productos más antiguos al frente y usando recipientes herméticos.

• Comprender las diferencias entre fechas de “consumo preferente” y “caducidad” para evitar desechar alimentos aún aptos.

• Servir porciones más pequeñas o compartir platos grandes para evitar sobras.

• Valorar las sobras, congelándolas o reutilizándolas en otras comidas.

• Apoyar a los productores locales, reduciendo la huella de carbono y apoyando a pequeñas empresas.

Productos Abadi, destacada empresa de la industria alimentaria, utiliza tecnología de punta, implementa buenas prácticas y capacita a su plantilla laboral, con miras a entregar productos de la más alta calidad, evitando el desperdicio de alimentos.

Establecida por el Gobierno de Noruega en 2008 en el archipiélago de Svalbard, el Depósito Mundial de Semillas, comúnmente conocido como la Bóveda del Fin del Mundo, tiene como objetivo asegurar la conservación de la diversidad genética de las plantas en caso de catástrofes, ya sean naturales o humanas.

1. Gestión operativa. NordGen, el banco conjunto de genes y centro de conocimiento de los países nórdicos para los recursos genéticos, gestiona la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, facilitando depósitos seguros y asesorando sobre el proceso. Aprueba el material a depositar, establece calendarios y procesos, y facilita el envío y firma en la Bóveda.

2. Recolección de semillas. El Depósito de Semillas recibe semillas de depositantes voluntarios, quienes mantienen el control sobre ellas. Los depósitos se realizan mediante un acuerdo entre el depositante y el Ministerio de Agricultura de Noruega, sin costo alguno. Las semillas se almacenan en “caja negra”, garantizando seguridad a largo plazo y acceso solo para el depositante.

3. Envío y seguridad. Las semillas se envían a Svalbard por transporte aéreo o marítimo, con escaneo de cajas para seguridad. La Bóveda recibe semillas tres veces al año, con posibilidad de aperturas especiales según necesidad.

4. Embalaje. Las semillas se empacan en bolsas de aluminio y se colocan en cajas estándar etiquetadas para su almacenamiento. La información se registra en el Portal de Semillas gestionado por NordGen.

5. Gestión de instalaciones. Statsbygg supervisa la Bóveda para mantener condiciones óptimas, con temperaturas estables mediante enfriamiento artificial y permafrost.

6. Monitoreo de semillas. Los depositantes monitorean la viabilidad y regeneración de las semillas, respaldados por el monitoreo regular de los bancos de genes.

En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático y los conflictos, Productos Abadi es consciente de que la participación del sector privado es fundamental, por lo que emplea medidas sostenibles en todas sus operaciones.