La tierra compactada o tapial es una técnica empleada desde hace miles de años alrededor del mundo, que empieza a ser retomada en la arquitectura contemporánea. Consiste en compactar ciertos tipos de suelo junto con arena, grava, arcilla y un estabilizador, que suele ser cal, en un marco que le da forma. Posteriormente, se comprime hasta alcanzar la mitad de su volumen original.
En su esfuerzo por impulsar prácticas sostenibles, Productos Abadi expone los siguientes beneficios de utilizar la técnica de tierra compactada en la arquitectura actual:
- Accesible. La tierra es uno de los materiales más democráticos que existen, debido a que cualquiera puede entrar a este sistema para construir de manera sostenible y confortable, sumado al hecho de que se trata de un material barato
- Bajo impacto ambiental. Por su bajo consumo energético e hídrico, este sistema de construcción deja una huella de carbono baja, así como un impacto ambiental negativo cercano a cero.
- Fuerza y Durabilidad. Las estructuras son lo suficientemente fuertes para resistir vientos y condiciones climáticas adversas durante largos períodos de tiempo, característica que se puede reforzar al incorporar fibras vegetales, como el bambú. Con el mantenimiento adecuado, estas construcciones pueden durar entre 100 y 400 años.
- Aislamiento acústico. Por su espesor y densidad, las paredes de tierra compactada proporcionan aislamiento acústico y térmico, por lo que reducen la transmisión de ruido.
5. Versatilidad. A pesar de que estas edificaciones pueden estar limitadas en cuestiones de luces y altura, el material resulta sumamente versátil en cuanto a texturas, colores y acabados.